En conmemoración al fallecimiento del gran artista plástico Jorge Hugo Román se encuentran expuestos en el Museo casa Arias Rengel, 11 dibujos, que individualizan a un artista de elevada jerarquía que sabe captar, con diestra habilidad y excelencia técnica, los vasos físicos y temperamentales de sus modelos, como puede observarse en las obras “El Nacimiento,” La última cena”, “Cristo en la cruz” entre otros, los autorretratos  ejecutado con lápiz.

El valor artístico de estos dibujos realmente es admirable, resalta en primer término el trazo personal, que muestra en ellos un temperamento excepcional y una acabada concepción del claroscuro, con que obtiene efectos pictóricos, de calidad de una aguafuerte como si se llevara en sí, el dominio de tal difícil técnica, todo lo cual uniese a la profanada penetración de sus modelos.

La muestra permanecerá en exposición durante todo agosto.

Sobre Jorge Hugo Román

Nació en Mar del Plata el 3 de abril de 1925. Realizó estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón”. Entre los maestros que mejores enseñanzas le dejaron recuerda a Antonio Berni, Gramajo Gutiérrez y Leopoldo Marechal.

A los 22 años de edad obtuvo una beca por concurso realizado por la Comisión Nacional de Cultura, para efectuar estudios de tipos y costumbres del Noroeste Argentino, oportunidad en la que por primera vez toma contacto con tierra salteña. A su regreso a Buenos Aires, expone 57 dibujos en el Salón Alcorta de Galerías Pacifico, con paisajes típicos de la zona, en la muestra recibe elogios de Cordova Iturburu, Raúl Rubianes y Fernán Félix Amador.

Concurre a salones oficiales en Buenos Aires, Córdoba y Tucumán. Realiza numerosas muestras individuales y colectivas alternando su tarea principal con actividades docentes, a las que también dio gran parte de su vida como un gran maestro. Fue interventor de la Escuela de Cerámica de Mar de Plata, oportunidad en que realiza tareas de transformación interna hasta convertirla, con nuevos planes de estudio, en la Escuela de Artesanías Rogelio Yrurtia, en la que ejerce la dirección y de la docencia hasta fines del año 1957.

Fue diagramador y crítico de arte, realizó una extensa labor como diagramador de libros y revistas, ilustrando publicaciones de numerosos escritores.

Esta reseña sobre sus múltiples actividades pone de manifiesto sus inquietudes, su talento para toda tarea que emprendió y fundamentalmente la riqueza de su espíritu. Como dijo José Juan Botelli: “La belleza compañía de su espíritu que ama la vida con esa fervorosa intensidad que comunica su maestría y su afectividad a flor de piel”. (Septiembre, 1985).