Entrevista a la directora del Ballet de la Provincia maestra Shirley Jorquera

- ¿Se esperaba esta asignación para el cargo?
S. J.- Fue una sorpresa. Incluso el Jurado me preguntó cuando me presenté al Concurso, cuál había sido mi motivación para concursar. Primero, el mismo hecho de ser del Interior ya que no todas las provincias tienen un ballet oficial con estas características, ni escuelas oficiales de ballet donde los bailarines sean profesionales.

- ¿Cómo encontró el cuerpo estable del Ballet?
Me sorprendió el nivel de los bailarines del elenco. Es muy bueno. Los bailarines están alineados a la motivación de trabajo que realizan y eso es lo más importante. Eso es lo que tenemos que sostener, no solamente en mi gestión, sino a futuro. El bailarín quiere entrenar para bailar, y cuando hablamos de bailar, nos referimos a obras integrales y a estrenos.

- ¿Cómo fue recibida en Salta y por el Ballet?
S. J.- Realmente fui muy bien recibida. Eso se manifestó con el trabajo del cuerpo estable. Es un trabajo conjunto entre las autoridades que apoyan el proyecto, el cuerpo de baile y quien lo dirige. Es importante destacar que  en Argentina hay solamente cinco cuerpos estables oficiales. Salta está a un paso adelante ya que hay un acompañamiento oficial a la danza en general.

- ¿Qué espera de un buen bailarín?
S. J.- Primero espero su capacidad y entrega. Si el bailarín es comprometido con su trabajo, creo que para todo director que esté al frente, el trabajo es conjunto, se complementa y se potencia.
Segundo, el tema del respeto es importantísimo. Primero, respeto por uno mismo y desde ahí, transferirlo al otro. También el trato, debido a la exigencia propia del ballet clásico. Se nos requiere estética y disciplina. Se siguen reglas que tienen trayectorias y hacen a esa disciplina.
Quiero mencionar también que a veces se confunde el ballet clásico como sinónimo de danza. La danza es todo. El ballet clásico tiene exigencias específicas y es a las que nos tenemos que alinear cuando elegimos ser bailarines. La estética y el trabajo para preparar el físico, por ejemplo.

- ¿Qué le diría a un bailarín que recién se inicia?
S. J.- Si se quieren dedicar al ballet como una actividad socializadora, está bien. Pero si se quiere dedicar al ballet como profesión, la capacidad de trabajo y la capacidad intelectual son imprescindibles porque tienen que estar ambas instancias para el desarrollo óptimo en el escenario. La técnica es el medio; no es el fin. Y ese medio hace que el bailarín sea dúctil, sea plástico y que pueda comprender qué se le pide en cada clase y cómo realizar las correcciones. Todo eso se ve reflejado en la obra.

- ¿Qué maestros la inspiraron en su carrera?
S. J.- Mi maestro- el inspirador total- fue Rodolfo Fontán que fue mi Maestro Preparador fuera del teatro. Cuando comencé la docencia, me di cuenta de lo que él me había entregado durante mi camino de aprendizaje de la técnica. Mirta Furioso fue mi maestra en Perfeccionamiento, en el teatro.

- ¿Cuál es su experiencia como docente?
S. J.- Como docente llevo más de diez años. En Mendoza he estado trabajando en la Educación Formal, en el ámbito privado, en la carrera de formación de Profesor en Danza. He dado Historia y Técnica I, II y III.

¿Cómo se define?
S. J.- Me defino como una maestra que siempre trata de aprender y se esfuerza para lograr la mayor excelencia.

- ¿Qué obras nos ofrecerá el Ballet este año, bajo su dirección?
S. J.- El estreno es el sábado 24 de junio con “Joya del Ballet”. Es una obra de principios del Romanticismo. Este fragmento respeta la secuencia coreográfica exactamente como fue creada. Por eso el título de la obra es “Joya del Ballet”.
En agosto habrá una gala importante en la que se destacará el bailarín masculino.

¿Cuáles son sus proyectos?
S. J.- Mi proyecto, que presenté en el Concurso para mi gestión, tiene como hilo conductor proseguir con la historia y la evolución del Ballet que compartiré con los potenciales espectadores en charlas previas a cada una de las puestas en escena para que entiendan y disfruten más cuando vean la obra.
También tengo la intención de invitar a bailar a los niños y niñas de la Escuela Oficial de Ballet. Fue emocionante verlos en el ensayo del pasaje de la obra “Don Quijote”. Las niñas se ven reflejadas e identificadas con los bailarines profesionales y luego y a su vez, los bailarines tienen la posibilidad de ser sus ejemplos a seguir. Es una retroalimentación positiva. A la vez, es importante que en las obras de ballet, los personajes de niños sean representados por niños. De este modo, los niños espectadores se sientan identificados con los niños que están en el escenario.

¿Por qué se identificó con el ballet clásico, entre tantos tipos de danzas?
S. J.- No sé si la danza y el ballet clásico me eligieron, pero yo sí elegí el ballet clásico. Comencé a los siete años, en una academia de danzas privada. Si bien empecé distintas carreras universitarias, veía que lo hacía por mis padres. Yo quería ser bailarina profesional.
Valoro mucho la Escuela Oficial de Ballet de Salta porque a edad temprana el bailarín recibe la formación integral, que es la forma y el contenido que tiene la danza. Cuando el bailarín se encuentra listo para bailar, todo ese contenido lo debe tener para dedicarse a la forma, que es el entrenamiento, la exigencia que requiere la disciplina en sí para llevar la excelencia para sí mismo y luego, para el espectador.

Sobre Shirley Jorquera
Nombre artístico: Shirley Jorquera.
Inició sus estudios de danza en la Escuela de Danzas Elina Molina Estrella, Provincia de Mendoza. En 1971 ingresó por concurso al Ballet de la UN Cuyo bajo la dirección de María Teresa Carrizo. Perfeccionó sus estudios en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Mediante concurso interno, fue seleccionada para integrar el Cuerpo estable de ballet del Teatro Colón. En el 2003 viajó a Francia para desarrollar su labor pedagógica en el Instituto Superior de Arte en Burdeos. En el 2005 se desempeñó como Maestra Asistente y Ensayista del Ballet “Giselle”, bajo la dirección artística de Martín Miranda, en el marco de Aniversario de los 80 años del Teatro Independencia, provincia de Mendoza. Realizó diversas puestas coreográficas de obras del repertorio clásico en su versión integral. Trabajó en la educación formal, por más de 10 años como titular de cátedra de Técnica Académica I, II y III e Historia de la Danza y del Ballet Clásico. Convocada desde la Secretaría de Cultura de Mendoza, ha dictado varios talleres de capacitación en técnica clásica para diferentes niveles. Actualmente es Consejera del Fondo Provincial de la Cultura, ciudad de Mendoza, área danza. En junio 2017 asumió como Directora del Ballet Clásico de la Provincia de Salta.