Inocencio Arroyo dedicó su vida a la imaginería, es decir a la escultura de obras religiosas, que suman un total de 361 piezas que se encuentran en la provincia, en el país, en el Vaticano y en  Jerusalén, entre otras ciudades del exterior.

Se trata de obras de maderas duras talladas a mano, piezas de gran tamaño para oratorios particulares e institucionales, en algunos casos policromadas.

La muestra consiste en una exposición de 10 esculturas de maderas duras talladas, en cedro, nogal y otras maderas nobles, a mano, en algunos casos policromadas. Se trata de obras figurativas, de carácter religioso, como virgen en distintas situaciones, que dan lugar a diversos nombres y cristos crucificados, Señor y Virgen del Milagro, entre otros.

Inocencio Arroyo dedicó su vida a la imaginaría religiosa, es decir a la escultura de obras en madera, para iglesias y oratorios particulares en la provincia, en el país y en el Vaticano como Tierra Santa, Jerusalen, entre otras ciudades del exterior. Sus obras son talladas en madera de grandes dimensiones para los altares de las iglesias y piezas mediadas y menores, según el tamaño de los oratorios particulares e institucionales, en algunos casos policromadas. En su trayectoria se suman un total de 361 piezas.

Nació el 28 de enero 1940 Salta. Desde niño sintió la necesidad de expresarse de este modo, dada la vinculación que su madre tenía con la Iglesia Católica. Hoy, a sus 74 años, la Secretaria de Cultura le rinde un homenaje a este artista por su trayectoria. En 2010 fue premiado con una plaqueta de Maestro Artesano (por la Secretaria de Cultura), entre otros premios.

Inocencio también se dedicó a la realización de pesebres, desde los 8 años de edad, con lo cual lleva 63 años exponiendo al público, en su casa de Francisco Arias.

La muestra se puede visitar de lunes a viernes de 9 a 19 y sábados de 10 a 18.